Estos últimos tiempos mi presupuesto esta a dieta… Tuve entonces que olvidarme de comer diario en restaurantes, fast-foods, taquerías, fondas, puestos, mercados, etc. Todas estas cosas maravillosas que alegran una panza impaciente y exigente. Desde siempre me encanta cocinar pero nunca había tenido la necesidad, ni la organización suficiente, para preparar mi comida la noche anterior para el día siguiente en la oficina. Es un trabajo de tiempo completo después de casi una hora de “frenar-avanzar” en el sudor del metro.
Domingo, se me ocurrió una idea genial: ¡zanahoria rallada! En Francia es una entrada muy típica pero en general se compra ya hecha en un traiteur o bajo plástico en un súper. Me lancé e hice por primera vez zanahoria rallada casera: ¡un exitazo! La receta es muy sencilla: zanahorias, aceite de olivo, limón, sal, al gusto, y obviamente, una ralladora.
Hace ahora dos días que rallo para mi comida (maniaca-obsesiva pensarán). Es un plato sencillo, rico, veraniego ¡y el color naranja chillón esta justo en la tendencia color-block...! Ya que no tome ninguna foto de mi festín, aquí les va una de Charlotte Casiraghi en Gucci para el estreno de Il Mondo Vi Appartiene en Venecia. Ella también se ve sencilla, rica (en los dos sentidos de la palabra) y veraniega.
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