Inès

Inès de la Fressange representa perfectamente mi visión de la moda; es parisina como yo. Modelo-estrella y musa de Chanel en los ochentas, ahora trabaja como relacionista pública para Roger Vivier. Hace año y medio sacó un libro titulado "La Parisienne" revelando sus secretos de estilo, belleza, shopping, etc. Ella encarna a la perfección la irreverancia y sencillez del secreto de la "french touch". Una de las pocas personas que sabe darle un twist al look "converse-jeans-playera blanca".

En estas semanas de pasarelas se convirtió en la reportera-fotógrafa para la revista madame figaro. ¡Para la ocasión, adaptó su look a su misión y me encantó!

¡Aprendan la lección!

Salix Babylonica

Valentino me evoca la sensualidad feroz de una mujer en rojo, rojo Valentino. Pero ayer que vi las primeras fotos de su desfile Haute Couture sentí todo lo contrario, una feminidad virginal, discreta y dulce. Maquilladas y peinadas como madonas, las modelos se movían en un soplo de transparencias y estampados florales. La colección me transportó hacia un día imaginario en los alrededores de un castillo perdido en el campo francés a finales del siglo XVIII, lejos de la revolución. No es por nada que uno de los modelos fue bautizado “Polignac”... De hecho, uno de los vestidos retoma la “toile de jouy” en rojo, mi estampado favorito del mundo (cf.wallpaper de mi blog versión azul). Los detalles de bordados con perlas y encaje fueron un trabajo laborioso para las petites-mains italianas, dicen que uno de los vestidos tardó mil horas en acabarse. La colección es bastante púdica en sus cortes, sin escotes con mangas largas y refleja perfectamente la estética meticulosa y modesta de la época de la Ilustración.

No les puedo esconder que fue una de las colecciones con la cual me sentí más identificada y por lo tanto, que más me gusto. Será mi lado cheesy y fanática de Jane Austen...

Por otra parte, tengo que admitir que algunos modelos no me inspiraron tanto, sobre todo los cortos, me recordaban una mala primera comunión.

Karl-Boom

Actualmente me estoy interesando mucho al personaje de Karl Lagerfeld. Un señor que supo crear un halo de mitos y leyendas alrededor de él: un personaje. Es un diseñador que hasta los que no son conocedores en materia de moda, reconocen y conocen: Karl o el rey de los medios. ¡Y apenas me estoy dando cuenta del boom mediático que provocó esta semana! Sería muy inocente de mi parte pensar que esto no fue calculado: el desfile de Haute Couture martes y el lanzamiento de su colección en Net-a-Porter, miércoles.

No les hablaré mucho de su colección para Net-a-Porter porque la verdad este estilo, de hecho, su estilo personal no me atrae mucho aunque llame claramente la atención. En cambio, su desfile Haute Couture en la cabina de un A380 de lujo del Grand-Palais me fascino. Las modelos estaban vestidas por 154 tonalidades distintas de azul que caminaban sobre una "alfombra azul" de avión diseñada por Chanel. Los cuellos son anchos y las manos están en los bolsillos, lo que da un toque muy tranquilo a los vestidos y tailleurs que recuerdan los de Coco en los años 50. Los tonos azul cielo son dominantes aunque aparecieron aves negras, cuervos, con la emblemática camelia negra de la casa abrochada en el “plumaje”. Todo estaba en la temática del aire, los peinados rascacielos con cretas estilo punk adornadas con plumas. El Kaiser jugó también con el término de Alta Costura elevándolo al mundo del vuelo. 

Aparentemente, él declaró amar estar en el avión porque “¡ahí al menos nos dejan en paz!” Yo igual... siempre digo que el único lugar donde me gustaría estar en cualquier momento es en un avión de noche...